Friday, September 24, 2010

Desde Rusia con Amor

Comentar una cinta de James Bond con objetividad es difícil. Más aún si uno es de esos aficionados que ha visto la colección completa, sabe los años de estreno y uno que otro por menor de la producción. En parte como reto, y para recordar que 007 no comenzó con los “gadgets” y los archienemigos que buscan dominar o destruir el mundo. No, en las primeras novelas de Ian Flemming, y primeras cintas, Bond era un espía en todo el sentido de la palabra. Recordemos al Bond antes de convertirse en el agente menos secreto del mundo.
La misión de James Bond es viajar a Turquía para organizar la defección de Tatiana Romanova, una agente soviética que maneja la máquina Lektor para codificar mensajes secretos. Sabiendo que posiblemente sea una trampa, los británicos no pueden desperdiciar la oportunidad de conseguir el aparato. Sin sospechar que todo es un plan de SPECTRE orquestado para vengar la muerte del Dr. No.
Dirigida por Terence Young, con mano firme, nos lleva por exóticas locaciones como campamentos gitanos y el Expreso de Oriente. Ofrece muchas escenas de pelea que se acercan a combates reales y no como los coreografiados de la actualidad.
Sean Connery, en el papel que le dio fama internacional. Daniela Bianchi interpreta a Romanova, el legendario Pedro Armendáriz es Karim Bay, jefe de la Sección T. Desmond Llewelyn en su primera incursión como “Q.”
Aunque con trivialidades, como descubrir al villano por ordenar vino tinto al comer pescado, la encasille como un producto de su época; tiene una historia compleja y personajes memorables. Fue muy novedosa en su estreno en 1963 y sigue manteniendo un glamour que se disfruta a pesar de sus 47 años de añejamiento.

Trivia: Karim Bay es interpretado por Pedro Armendáriz, y en Licencia para Matar (1989), actúa Pedro Armendáriz Jr. Único padre e hijo que han actuado en la serie.

-------------
Publicado 23/Septiembre/2010
Suplemento Q’Hubo
Diario La Prensa, Honduras

Addendum: Permítanme agregar algo sobre los accesorios o “gadgets” de James Bond en general. A partir de Goldfinger (1964), los accesorios fueron incrementando en tecnología hasta rozar en la ciencia ficción. Para cuando Pierce Brosnan tomó el cargo, los relojes con láser o celulares con lector de huellas digitales, eran ya parte inherente del paisaje de 007. Todo esto se desechó en Casino Royale (2006). Pero si vemos con cuidado el famoso maletín que Q le dio a Bond en Desde Rusia con Amor, notaremos que es práctico y realista ya que su fin era ayudar a disimular el paso por aduanas de munición para su PPK, un cuchillo de defensa y hasta unas valiosas moneditas de oro. Esta cinta marca el final del parecido entre el Bond novelístico de Ian Flemming y su contraparte cinemática. A partir de aquí, cada uno recorrerá diferentes caminos.

No comments:

Post a Comment