Tuesday, July 21, 2015

Defraudando expectativas

El mundo literario de Estados Unidos está alborotado por la reciente publicación de “Go Set a Watchman” cuyo título en español es “Ve y pon un centinela.” La autora es Harper Lee, quien alcanzó la fama y consagración mundial con su primera, y hasta ahora única, novela “Matar un ruiseñor.”

Para los desconocedores de la trama de “Matar un ruiseñor,” es la historia de un pequeño poblado en el sur de Estados Unidos donde un negro es acusado de un crimen que no cometió. Su abogado es un hombre blanco de nombre Atticus Finch, el epítome de hombre justo y leal quien en contra de todo prejuicio hace una defensa magistral. Aunque pierde el caso, gana el respeto de la gente y en particular de su hija Scout quien es la narradora de la historia.

En 1962 salió una versión cinematográfica inmortalizando la interpretación de Atticus por el genial Gregory Peck. En San Pedro Sula el Círculo Teatral Sampedrano puso en escena una versión en el año 2006 dirigida por José Francisco Saybe.

La publicación ha sido controvertida desde su anuncio oficial por la casa editorial pues Harper Lee está en un asilo de ancianos y muchos acusan a la editorial de aprovecharse de esa discapacidad.

Según se ha sabido, la editorial declinó publicar “Ve y pon un centinela” pero le solicitaron a la Sra. Lee que tomara ciertos elementos y los expandiera hasta convertirlos en “Matar un ruiseñor.” Por lo que esta novela pasó al olvido, hasta ahora.

La reacción del público no se hizo esperar, y las críticas que he leído, entre ellas la del New York Times, han sido mucho menos que benevolentes con esta nueva historia. Sin embargo, creo que el motivo de esta recepción es por el lugar consagrado que ocupa su antecesora creando una verdadera falta de objetividad para calificarla. Nadie le puede decir al público lo que quiere. Y el hecho de ver a Atticus Finch convertido en un viejo racista y miembro del KKK en el Sur de los años 50’s ha sido un duro golpe para las personas que han crecido amando el personaje.

Un ejemplo similar lo vivió la escritora J.K. Rowling con su novela “Una vacante imprevista.” Independientemente de sus cualidades, el público la despreció por no ser otra entrega de Harry Potter. El hecho fue tan sonado y para su siguiente novela ella optó por usar un pseudónimo. El resultado de su experimento dio ventas deprimentes hasta el momento de revelación de la identidad; entonces las ventas se dispararon al primer lugar.

Otro caso fue con el lanzamiento de la segunda trilogía de “La guerra de las galaxias” en 1999. Los que crecieron viendo las cintas de la trilogía original odiaron prácticamente todo de las nuevas películas. El productor George Lucas se convirtió en el ser más odiado del mundo por algunos días, siendo acusado de haber arruinado la infancia y la trilogía original.

Regresando al libro de Harper Lee, algunos opinan que ese odio es la mejor campaña publicitaria para una novela que de otra manera no habría vendido bien. Aunque encuentro esa opinión rayando en el cinismo, no deja de tener algo de verdad, pues la controversia vende, y muy bien.

Publicado en Diario Tiempo el viernes 17 de julio de 2015
http://www.tiempo.hn/defraudando-las-expectativas/

Sunday, July 12, 2015

Matrimonio gay, Obamacare, y la bandera confederada

Hace un par de semanas la Corte Suprema de Justicia en Estados Unidos emitió tres resoluciones que cambiaron la forma de vida para muchos residentes del gran país del norte.

A diferencia de Honduras cuyas leyes se aplican a lo largo y ancho del territorio nacional, cada estado de la unión es independiente de crear y mantener sus propias leyes. Esta autonomía permite que, por ejemplo, estados como Texas aplique la pena de muerte mientras que Michigan no. Por encima de las leyes estatales están las federales que aplican a todos sin excepción, y además, están las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia.

La Corte está compuesta por nueve miembros, pero su tamaño puede ser modificado. Los Jueces son nominados por el Presidente de turno, pero deben ser aprobados por el congreso. Ah, y el trabajo es vitalicio. Bueno, un Juez puede ser impugnado pero hasta el momento eso solo ha ocurrido en una ocasión en 1804.

La última vez que recuerdo que la C.S.J haya ocupado tanto espacio mediático a nivel internacional fue después de las elecciones presidenciales del año Dos Mil entre George W. Bush y Al Gore. Fue una resolución de la corte quien declaró a George Bush como ganador luego de los problemas de conteo en Florida.

Volviendo a la semana de los tres hits, la resolución que más ha afectado y dado colorido a millones de fotos de perfil en Facebook, es la aprobación de la igualdad matrimonial entre personas del mismo sexo. Más que una crítica o aceptación a un determinado estilo de vida, me parece que el objetivo es equiparar los beneficios. Antes de esta resolución la ley de ciertos estados no los reconocía como válidos y afectaba tasas o pólizas de seguro, préstamos hipotecarios entre otros.

Otra resolución fue sobre la implementación de un seguro social universal, es decir para todos los residentes de Estados Unidos. Esto fue un beneficio general para la población de escasos recursos aunque según entiendo, da un golpe a la economía de los adinerados. Bueno, ni modo, ahora los ricos deberán cubrir gastos de los pobres sin necesidad que Robin Hood los robe.

La otra resolución es sobre la bandera confederada. Esta es la bandera que utilizaron los estados del Sur durante la Guerra de Secesión (1861-1865). A través del tiempo, la bandera se ha convertido en un símbolo del orgullo de los estados del sur. Ha adornado camisetas, sombreros, los gobernadores estatales la izaban en las astas de la residencia oficial, incluso aparece pintada sobre el techo del carro que conducían los Duques de Hazard en la serie de televisión de los 70’s. Resulta que el estado de Texas no permitió hacer un diseño personalizado a un grupo de veteranos que deseaban usar la bandera como fondo en las placas vehiculares. Estos demandaron y el caso llegó hasta la corte suprema quien le dio la razón al estado de Texas.

Durante las investigaciones del reciente atentado en la ciudad de Charleston, Carolina del Sur, el presunto autor lucía una bandera confederada junto a varias armas en su perfil digital pudo haber sido un atenuante y que la bandera retomara connotaciones racistas ante la opinión pública. De hecho, en la capital del estado han tomado la decisión de ya no izar la bandera.

Fue una semana de grandes decisiones que afectan la vida de todo un país. Hay que destacar que esas decisiones fueron tomadas por nueve hombres y mujeres de una intachable conducta.

Publicado en Diario Tiempo 11 de julio, 2015.
http://www.tiempo.hn/editorial/otras-opiniones/item/39597-matrimonio-gay,-obamacare,-y-la-bandera-confederada

Thursday, July 9, 2015

Finalmente leí el Quijote

Ya tengo cierto tiempo haciéndome pasar por autor, aceptando invitaciones y dando conferencias sobre novelas, y hasta cómo publicar en Amazon. Y digo “haciéndome pasar” porque tenía un secreto, un gran cargo de conciencia: no había leído Don Quijote de la Mancha. Por supuesto nunca mentí al respecto, pero era gracioso ver la creatividad empleada para evadir contestar la pregunta que siempre, tarde o temprano, venía. No hay excusas para ser escritor de habla hispana y no haber leído El Quijote.

En varias ocasiones intenté comenzar. La primera vez llegué hasta la venta en la primera salida. La más reciente llegué hasta el ataque a los molinos. Eso fue hace unos cinco años. Mi problema era con el lenguaje arcaico, y más importante, no lograba mantener mi atención.

Desde entonces no había hecho nada más que sonreír y asentir con la cabeza en conversaciones sobre la novela. Siendo un aficionado a los datos triviales me defendía sacando a colación curiosidades como la muerte de Cervantes en la misma fecha de Shakespeare -23 de Abril- pero en diferente día debido a las diferencias en los calendarios Gregoriano y Juliano vigentes en aquel momento en Inglaterra y España. O el comentario sobre el estudioso del Quijote y amigo Julio Ustariz quien viajó a España para investigar el pueblo del cual era originario Don Quijote y de cómo al preguntarle a un nativo del Toboso este le contestó: “No lo sabemos ni nos interesa mucho conocerlo, pues el Toboso, sin disputa alguna, tiene a Dulcinea.”

Publicada en 1605, la novela El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra es considerada la mejor novela del idioma español y siempre aparece en las listas de títulos mundiales inclusive en otros idiomas. Dicen fue la favorita de Mark Twain. Influyó en las obras de Herman Melville y de Charles Dickens. Hasta afirman que William Faulkner la leía cada año.

Todos los años en el marco de la celebración del Día del Idioma se acostumbra dar lectura continua a la novela en el parque central. El pasado mes de abril durante un evento en la Plaza de la Cultura el también experto historiador y asiduo lector del Quijote Armando García dio una improvisada cátedra sobre la novela, sus orígenes, cierta simbología presente, alusiones a otras, y en fin, un gran número de elementos llamaron mi atención. El mayor de ellos fue comprender que la novela era una comedia alegórica y no un tratado serio de esos que también se les llaman aburridos.

Leer la novela bajo una óptica diferente fue todo lo necesario para, a riesgo de horrorizar a Cervantes, digamos “cambiarme el ship” y no sentir la historia aburrida. Esta vez fue diferente y logré llegar hasta el final. Comencé en Abril, y me puse de meta leer un capítulo diario como mínimo. En menos de un mes había concluido los cincuenta y dos que conforman la novela.

Aclaro que solo terminé la primera parte, El Ingenioso Hidalgo, y falta terminar El Ingenioso Caballero donde narra la tercera salida. Pero si el estimado Cervantes tardó más de diez años en publicar la continuación, bien puedo tomarme un mes más en comenzar su lectura.

Publicado en Diario Tiempo el 03/junio/2015
http://tiempo.hn/editorial/otras-opiniones/item/38540-finalmente-lei-el-quijote

En memoria de Billy Peña

Desde joven leía las columnas de Billy Peña en Diario Tiempo. En algún momento él vivió cerca de la casa de mis abuelos en el Barrio Los Andes, y unos años más tarde fue compañero de labores con mi madre en Tele Diario, pero jamás lo había conocido.

Una de sus columnas llamó tanto mi atención y quise escribirle, pero no sabía cómo ni a donde. Dudaba si el Correo Nacional podría entregar una carta con solo su nombre y sin mayor dirección que la de Zona Americana, La Lima. Me avoqué a un amigo en común quien vive en el extranjero. En una de esas ironías de la vida para poder contactar a alguien en La Lima, antes llamé a Nueva York.

Finalmente conocí a Billy en el 2007. Hablamos por teléfono un par de veces e intercambiábamos correos. Yo le enviaba comentarios sobre sus columnas de opinión y él me contestaba. Como el título de su columna, Temas y Opiniones, Billy comentaba sobre una variedad de temas, desde política actual hasta las locuras de la mimada “socialité” Paris Hilton. Una de las mejores fue sobre su recuerdo del día del asesinato de John F. Kennedy.

La primera vez que no estuve de acuerdo con sus comentarios fue precisamente sobre la Srta. Hilton y para evitar disgustos, me abstuve de escribirle por unos días. La siguiente semana cuando le comenté el hecho, se tiró una carcajada y me hizo entender una lección importante: no se necesita estar de acuerdo con la opinión de otra persona para aceptarlo o respetarlo. Ese bien podría ser su legado.

Billy tenía una afición por descubrir y probar diferentes tipos de letra para escribir sus correos. Una vez fuimos con mi esposa a visitarlo a su casa y aproveché para enseñarle cómo instalar las fuentes sin tener que llamar a un técnico en cada ocasión. Desde entonces cambiaba letras más seguido.

Cuando publiqué mi primera novela en español titulada “Heredero del mal,” Billy me sorprendió con una columna dedicada a ella. Fue una crítica sincera, donde me alentó para seguir el camino de las letras. Gracias a sus sugerencias leí libros como “El lobo estepario” de Hesse y “Lo que el viento se llevó,” de Mitchell. Criticó mi gusto por las novelas de Harry Potter aunque me justificaba por tener tres hijos varones quienes esperaba las leyeran algún día.

Billy Peña murió en marzo del 2012. Asistí a su entierro en día de cielo gris. Su sobrino hizo oración por su alma mientras lloviznaba. En un momento quise saber cuándo fue la última vez que habíamos hablado por teléfono.  Busqué en el registro de llamadas de mi celular y la conversación ocurrió en un día especial: un 29 de febrero.

Dentro de poco publicaré mi segunda novela en español. Este proyecto se ha venido  madurando por tantos años que incluso Billy alcanzó a leerlo, revisarlo, y hasta opinar sobre la historia.

Hace unos días hice una limpieza de la lista de direcciones en mi cuenta de correo, y fue con cierta nostalgia que propinó esta columna en su memoria, pues no pude borrar su dirección de la lista de contactos. Por supuesto aún conservo los correos.



Publicado en Diario Tiempo el 26/Junio/2015
http://tiempo.hn/editorial/otras-opiniones/item/37390-en-memoria-de-billy-pena