Por fin una cinta del género Thriller Policiaco hecha en Honduras. Con ayuda extranjera, claro, pero con talento catracho.
Un grupo élite de policías se enfrentan a la banda de asaltantes y secuestradores que ha sembrado el pánico en el país. Se ponen al descubierto sus carencias que van desde apoyo logístico hasta munición, así como infiltrados que han costado la vida de compañeros. Ahora aprovechan una oportunidad que desemboca en un enfrentamiento lleno de acción y suspenso.
Dirigida por Douglas Martin, de nacionalidad Costarricense, pero con escolaridad y experiencia en Hollywood. Con tomas que no tienen nada que envidiar a producciones extranjeras. Me gustó en particular una escena en que Pájaro 70 habla con la novia de uno de los secuestradores entrelazando movimientos de cámara y trapos tendidos brindando un toque de suspenso. Basada en el libro Pájaros de Belén de Mario Berríos.
Existe buen balance entre los actores que se compenetraron en su papel y aquellos que tardaban en recordar sus líneas. Entre los mejores están Alvaro Mature como Barrientos-Pájaro 10 y los intercambios dramáticos entre Daniel Fernandez (Abraham) y Federico Valdez (Don Lentes). Así como el que abre y cierra la cinta, Cristian Guzman (el Pichi).
Resultaría fácil desestimar la película y, casi como autopsia, listar cada una de sus pequeñas y grandes fallas. Sin embargo, este producto resulta más que la suma de sus partes y dignifica la insipiente producción nacional. Pienso que el título es apropiado hasta para los que hicieron la cinta. Ellos también son unos pocos con valor.
Trivia: En la serie de TV, Retrato de Una Ciudad, Oscar Izaguirre interpretaba a un bueno y Alvaro Matute a un delincuente. Ahora nuevamente son enemigos pero los papeles se han invertido.
-------------
Publicado 26/Agosto/2010
Suplemento Q’Hubo
Diario La Prensa, Honduras
Suplemento Q’Hubo
Diario La Prensa, Honduras