El primer round de esta contienda fue a través de la red social de
Twitter, donde Ramos le pidió una entrevista a Trump, y por respuesta,
Trump publicó el número de teléfono privado del periodista.
Lastimosamente ese tweet parece haber sido borrado porque no lo
encontré. Me hubiera gustado llamar para saludarlo.
Ahora el video que se convirtió en viral muestra a Trump diciéndole a
Ramos que se caye y se siente, que no es su turno, y finalmente
después de una seña, un guardia de segurdidad escolta a Ramos fuera del
salón. Antes de escribir esta columna me dí a la tarea de leer un
poquito sobre la posición de ambos. Ver en YouTube los comentarios a
favor de uno y otro dan la impresión de ser un tema generador de
división. Comentaristas se insultan en las redes sociales defendiendo
sus puntos mediante ataques al otro.
Los latinos conocemos a Jorge Ramos. Tenemos años de verlo en los
noticieros de Univisión. Hemos visto como ha representado los intereses
de los migrantes hacia E.U.A. Hemos visto su certeza, si acaso a veces
sesgada por creencias personales, al hacer preguntas duras a
personalidades de la farándula y la política. Sus preguntas trascienden
porque muchos otros no se atreven a hacerlas.
En la otra esquina de esta batalla tenemos al millonario Donald
Trump. Algunos lo recordarán como el dueño del concurso Miss Universo y
poner haber puesto a dieta a Alicia Machado durante su reinado cuando
las había ganado algunas libritas más que las del peso de la corona.
Pero en E.U.A. Donald Trump es una persona controversial, es igualmente
amado y odiado con igual pasión. Si algo es innegable, es que jamás
pasará desapercibido.
Un día antes del incidente en Iowa Jorge Ramos publicó un editorial
llamado Trumplandia donde entra en detalles acerca de los costos de
construir ese muro entre México y EUA, donde pronostica el golpe a la
economía al ser deportados cerca de 11 millones de ilegales, y donde
dice una gran verdad: “Las grandes naciones se definen, no por la manera
en que tratan a los ricos y a los poderosos, sino por la forma en que
cuidan de los más vulnerables.”
Y sin embargo, Trump lidera las encuestas para ganar la nominación
del partido Republicano en el gran país del norte. Su base de campaña ha
sido decir lo que muchos siente pero no se atreven a decir. Es la
proyección de un sentimiento reprimido en el corazón de un montón de
personas quienes finalmente se sienten representadas.
Pero el pleito de Ramos y Trump es solo un frente de una lucha.
Recientemente la cadena de televisión para la que trabaja Ramos canceló
el contrato de transmisión del concurso de belleza que maneja Trump.
También se hizo pública una carta donde el magnate prohibía el acceso de
empleados de la televisora a las instalaciones de uno de sus edificios.
Luego procedio una demanda por incumplimiento de contrato. En otras
palabras, este pleito de vecinos en pugna ha alcanzado proporciones
inimaginadas.
Esperamos ansiosos el siguiente round de este combate aunque me abstendré de hacer apuestas.
Publicado en Diario Tiempo 28 de Agosto de 2015
Saturday, August 29, 2015
Jorge Ramos vrs. Donald Trump
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