Hace unos años una compañía utilizó las siluetas de tres edificios
emblemáticos de San Pedro Sula para elaborar un logo. Estos edificios
eran el Hotel Sula, el Banco Atlántida y la Catedral de San Pedro Sula.
En realidad, este último está ubicado a un lado de los otros dos, pero
el logo cumplía su objetivo al servir para identificar correctamente a
la ciudad.
Y así es la Catedral de San Pedro Sula formando gran parte de nuestra
vida diaria que a veces olvidamos lo nueva que es. Frente a sus gradas y
fachada principal se han grabado películas, han adornado la portada de
muchas revistas y postales, se han hecho espectáculos artísticos, ha
servido el punto de convergencia de un sinnúmero de marchas, ya sean
políticas, eclesiásticas o simplemente por la paz en general.
La historia de su construcción es un testimonio del esfuerzo y
trabajo duro que identifica a la ciudad. Fue el apoyo de personas,
instituciones, y hasta del gobierno central que hicieron posible su
culminación.
Primero recordemos el papel de una catedral. La catedral es una
iglesia principal de una diócesis, la casa del obispo. Así que todas las
catedrales son iglesias, pero no todas las iglesias son catedrales.
Aunque la ciudad de San Pedro Sula fue fundada desde 1536, no fue
sino hasta el año de 1941 cuando surgió el proyecto de construir una
catedral. La idea tardó en cuajar, pero pronto fue de la aceptación de
los ciudadanos. De entrada supieron que el proyecto tomaría mucho tiempo
y dinero, en retrospectiva, se miraba imposible, pero la fe y la
tenacidad del sampedrano fueron suficientes.
Pasaron seis años y en 1947 se concretó la compra del terreno
adyacente al templo antiguo. Ahora la cuadra entera serviría al nuevo
edificio. Un par de años más tarde el arquitecto costarricense José
Francisco Zalazar presentó los planos. El diseño era de una iglesia tipo
colonial, de un barroco moderado y en forma de una cruz latina. Su
nombre oficial sería Catedral de San Pedro Apostol, y la ceremonia de
colocación de la primera piedra ocurrió el 7 de agosto de 1949.
El año de 1954 es recordado por dos eventos tascendentales de la
historia moderna del país. Primero una huelga general de tres meses que
dio el inicio a un movimiento obrero desembocando en la elaboración del
nuevo Código de Trabajo para la protección del empleado. También ese año
acontenció una gran llena en la zona de las bananeras. A pesar de esas
circunstancias, los trabajos en la Catedral no se detuvieron. Para 1963
el recien asignado párroco Jaime Brufau comienza una campaña de
revitalización del proyecto, y ya para el ’64 el templo entrá en uso.
La historia de la construcción de la catedral está llena de
obstáculos, pero también de gente decidida a continuar con el proyecto.
Fueron muchas las kermeses, bailes, sorteos y demás actividades que se
necesitaron a lo largo de cuarenta y cinco años. La última gran campaña
fue en 1986, y el objetivo era conseguir los 1200 galones de pintura
necesarios para la pintura dentro y fuera. La dedicación oficial ocurrió
el 27 de septiembre de 1987.
El año 2015 marca una nueva etapa en la historia de la Catedral San
Pedro Apostol, el Obispo Angel Garachana confirmó como párroco al Padre
José Antonio Canales. Por primera vez el puesto es ocupado por un
hondureño. Este acto ha llenado de orgullo y satisfacción a la ciudad
del Adelantado.
Publicado en Diario Tiempo 4 de septiembre de 2015
Sunday, September 6, 2015
Breve historia de la catedral sampedrana
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