realizada con animación mediante computadoras. La gente entraba al cine con curiosidad, sin saber exactamente qué esperar. Pero al salir, habían sido llevados hacia el infinito y más allá. Creada por Pixar y distribuida por Disney, Toy Story abrió el camino para nuevos horizontes cinematográficos. Quince años después, y luego de otras cintas que llenaron tanto los corazones como las salas de cine, Pixar y Disney visitan a los personajes que iniciaron esta jornada.
En Toy Story 3, comercializada así, sin traducción al español, Andy está a punto de mudarse a la universidad. De la gran cantidad de juguetes que poblaban su habitación desde niño, solo quedan unos cuantos. Los más duraderos, los más apreciados. Pero que se la pasan guardados dentro de un baúl pues el joven de dieciocho años ya no juega con ellos. Por un accidente, Woody, Buzz y el resto, terminan en una guardería donde son utilizados nuevamente por niños. Pero no todo es diversión cuando descubren la tiranía de un malvado oso de peluche que ubica a los juguetes según su propia conveniencia y no según la edad apropiada para jugar. ¿Podrán escapar a tiempo para encontrar a Andy antes de su partida? Y de lograrlo ¿qué pasará después con ellos?
John Lasseter cedió su puesto de director a Lee Unkrish, aunque colaboró con la historia de esta entrega. Lee hizo un buen trabajo manteniendo la continuidad entre las cintas.
Las voces de Tom Hanks y Tim Allen nuevamente interpretan a Woody y Buzz. Al igual que la mayoría de las voces adicionales. Entre los nuevos tenemos un muñeco Ken cuya voz es prestada por Michale Keaton (si, el mismo de Beetlejuice y Batman).
Con un final que bien podría ser un nuevo principio en una historia sin fin, Toy Story 3 logra mantener el legado de sus predecesoras y reafirmar que la magia sigue vigente en los niños eternos que controlan Pixar Studios.
Publicado 24/Junio/2010
Suplemento QHubo
Diario La Prensa, Honduras
Qué vacío, se nota que ni siquiera puede "copypastear".
ReplyDelete¿...?
ReplyDeleteVacio? creo que estas columnas con para comentar no para molestar a nadie. si el comentario no gusto, sugiero hacer comentarios constructivos. por favor parecemos canivales queriendo devoranos unos con otros. señor J.H Bogran, siga en su columnas que nota que disfruta este trabajo.
ReplyDeleteGracias.
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