Saturday, October 24, 2015

El General George S. Patton Jr.

Luego de la publicación de mi columna sobre la bomba nuclear en Japón, recibí varios comentarios y solicitudes para desarrollar más el tema de la Segunda Guerra Mundial, pues es aparente que a pesar de haber concluido hace más de setenta años, mucha gente siente curiosidad y estudia con gusto esa época. Una curiosidad de la cual yo también me declaro culpable. Fue un tío quien me motivó a leer el libro “El episodio del Bismark,” sobre la batalla naval para destruir el acorazado Nazi. Desde entonces soy un aficionado al tema.

Uno de los personajes más representativos de la época es el General Patton, comandante de tanques, cuyas victorias en África y Europa hicieron de su vida un icono. Pero ya tenía fama en su país, incluso en 1941 salió en la portada de la popular revista “Life.”

Nació el 11 de noviembre de 1885 en San Gabriel, California, y creció escuchando las historias familiares de sus antepasados quienes habían combatido en todas las guerras importantes de su país: desde la Revolución hasta la Guerra Civil. Desde joven, el pequeño George dijo que sería un héroe.

Se graduó de la academia militar más prestigiosa de los E.U.A., la West Point, en 1909, e inmediatamente sirvió en el 15 Regimiento de Caballería. Un dato poco conocido es su participación en el Pentatlón en las Olimpiadas de Estocolmo en 1912, quedando en quinto lugar.

Para 1915 acompañó al General John J. Pershing en una expedición a México para combatir a Pancho Villa y ganó reconocimiento por el arrojo en sus ataques a los hombres de Villa.

Su vida cambiaría con la siguiente asignación y en 1917 fue el primer miembro activo de la recién establecida Unidad de Tanques. Fue su gran precursor al reconocer el potencial que esa nueva tecnología representaría en el campo de batalla, y junto a los británicos alcanzaron la primera victoria en Francia durante la ofensiva de 1917. Durante los combates era de los comandantes que gustaba dirigir in-situ y no tras las líneas.

Durante el período llamado “El largo fin de semana” entre las dos guerras, Patton trabajó en varias posiciones administrativas y fue nombrado Comandante General del Fuerte Benning en 1941.

En 1942 libró batallas en el norte de África y posteriormente fue transferido a Italia donde, junto con los ingleses, lograron la liberación de Sicilia. Luego se enfilaron hacia Alemania y recorrieron los seiscientos kilómetros acumulando victoria tras victoria. Al final de la guerra comandaba tropas durante la ocupación de Alemania, y murió en 1945 a consecuencia de heridas luego de un accidente automovilístico.

Patton tenía una personalidad arrolladora, era un líder nato y su fama de insubordinación cuando creía tener la razón fue legendaria. Acostumbraba usar dos pistolas con cacha de marfil y expresaba sus ideas de forma elocuente. Es citado frecuentemente con frases como “Un buen plan, ejecutado con violencia hoy, es mejor que un plan perfecto la próxima semana.” O esta: “Una pinta de sudor salvaré un galón de sangre.” “En caso de duda, atacar.” Mi favorita es: “Lidérame, sígueme, o quítate de mi camino.”

En 1970 se estrenó la cinta “Patton” con el gran George C. Scott en el papel que le valió un Premio Oscar. Esto ayudó a mantener vivo el interés por este feroz soldado y líder militar. Misión cumplida, tío.

Publicado en Diario Tiempo el 23 de octubre de 2015

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