Friday, March 7, 2014

Vamos a Contar Mentiras



Asistí a ver la nueva obra del Circulo Teatral Sampedrano durante su primera semana, y pienso asistir nuevamente este sábado, pero antes quise compartir con ustedes unos comentarios sobre la obra.

La obra original de Alfonso Paso ha sido bien recibida por el público que sale del Teatro Saybe satisfecho de haber reído a carcajadas olvidando así, aunque sea temporalmente, los diarios problemas que nos aquejan.

El primer comentario, que considero fue el génesis de esta producción, es para los directores Miguel Yanez y David Martínez Granillo. Felicito su valentía y aprecio el hecho que el CTS brinde oportunidades a nuevos valores en el área tras bambalinas. Estos jóvenes fueron los que el año anterior nos trajeron “Hasta que la muerte…¿nos separe?” que también sirvió de escapismo y comicidad.

Un elenco de categoría que junta talentos de experiencia como Héctor Cardona o Víctor Canales, con otros descubiertos recientemente como Kenberlyn Downs y Tatiana Urteaga. Completan el reparto Gerardo Mejía, Karla Alejandra Gonzales, Sebastián Valladares, José Enrique Vallecillo y Ricardo Vallecillo.

La trama transcurre en un apartamento cerca de la Navidad, donde una esposa que acostumbra mentir, o mejor digamos que cuenta versiones exageradas de su vida para cubrir su aburrida realidad, realiza una promesa a su esposo y no mentir más. Típico, este es el comienzo para una espiral de enredos y problemas letales que no le dejan más opción que esconder sus problemas bajo el sofá.

Buenas actuaciones, muy buen escenario, y una trama que no aburre en ningún momento de sus tres actos. 
  
Algunos se preguntarán si vale la pena ver una obra de teatro más de una vez. El cine y televisión son un producto grabado y que cada vez que presione el botón de “play” verá exactamente la misma actuación, buena o mala. Sin embargo, el teatro es en vivo, y cada noche de presentación es diferente. En lo personal prefiero ver las obras recién estrenadas, y nuevamente ya pasadas algunas semanas.

También está el factor inesperado, una entrada fuera de tiempo, un error de escena. Incluso el público hace una diferencia, pues lo que unas noches puede pasar desapercibido, la noche siguiente puede ser el chiste que más risas sacó del público. Así que en resumen, no se preocupe si ya vio la obra, y vuelva a verla. Le garantizo que la disfrutará como nueva.

Trivia: El título de la obra me causó gracias pues desde hace algún tiempo la firma al final de mis correos tiene una leyenda que dice “Jamás digo mentiras, solo las escribo.”